Nada mejor para presentar este libro que recoger algunas de las notas que Manuel Azaña escribió como prólogo a su traducción, y publicación en 1921 por la editorial Jiménez Fraud, dentro de la colección Granada. Hasta entonces la obra, publicada en inglés en 1842, no había sido traducida al español. La presente edición electrónica, que dada su extensión hemos dividido en tres volúmenes, mantiene el mismo formato, texto, notas y comentarios que la de 1921.
"Borrow se colocó, o colocó a su héroe, en un escenario sin segundo, de tal fuerza que, para nuestro gusto, el aventurero se borra, se disuelve en el paisaje o queda a la zaga de la muchedumbre española que suscita. Es difícil encontrar otro caso en que un escritor haya triunfado con más brillantez de la hostil realidad presente. Borrow lucha a brazo partido con la realidad española, la asedia, poco a poco la domina, y con la lentitud peculiar de su procedimiento acaba por poner en pie a una España rebosante de vida. Lo que le importaba era el carácter de los hombres, y no de todos, sino los de la clase popular; donde los rasgos nacionales se conservan más puros. Labradores, arrieros, posaderos, gitanos, curas de aldea, monterillas, mendigos, pastores, pasan ante nosotros, y al verlos gesticular y oírlos hablar creemos encontrarnos con antiguos conocidos. Unos son pícaros, otros santos; unos son listos, otros muy zotes; casi todos groseros, muchos con sentimientos nobles, pero unidos en general por un aire de familia inconfundible; y la verdad es que, con todas sus picardías o su zafiedad, no puede uno dejar de quererles.
La Biblia en España es una obra de arte, una creación, y con arreglo a eso hay que juzgar de su exactitud, del parecido del retrato y de las «invenciones» del autor. Los paisajes, los lugares, las figuras, están notados con puntualidad; es excelente en la inteligencia de las costumbres, y no hay en el libro caricatura ni falsificación de sentimientos. Episodios compuestos, no vistos por Borrow; personajes inventados aglutinando rasgos dispersos, sin duda los ha de haber; pero eso, ¿es lícito? Pudiera compararse la creación de Borrow a una estatua de mayor tamaño que el natural. La verdad artística del conjunto y su efecto conmovedor son innegables.
El libro no es sólo verdadero; es, en ciertos puntos, revelador: La traducción que hoy ofrecemos al público está hecha siguiendo el texto de la edición de U. R. Burke (1896); hemos aprovechado parte del glosario que la acompaña, poniendo al pie de la página correspondiente las equivalencias del caló y del castellano; las notas de Burke no las reproducimos todas, porque algunas son innecesarias para el lector español y otras contienen errores de bulto. De la biografía de Borrow, por Mr. Knapp, hemos sacado algunas notas que aclaran el texto, o placen, simplemente, a la curiosidad del lector."